domingo, septiembre 7

Las esquinas

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Solo y de madrugada como animal callejero.
Las esquinas, los negocios abandonados,
me van pintando los cuadros de otros tiempos.
Me siento uno d'esos perros vagando sin dueño.
Este camino ya no es el mismo sin ti,
sin llegar de visitarte,
sin la felicidad de todavía sentir sobre mí tus ojos,
sin oler tus ocasionales suspiros.

De noche todos los pardos son gatos,
y puede ser que por ser de noche to' lo veo igual,
casi idéntico a tiempos en que regresaba de verte.
A veces veo algún guardia, seminervioso,
que no se le puede escapar verme mal.
Siempre veo las miradas que esperan verme de cliente,
de los ojos de esas mujeronas lacias, más altas que yo;
vestidos llamativos y manos sospechosamente enormes.

Casi todo es igual. Menos nosotros.
Ahora en mi mente nostálgica
somos algo así como fantasmas de los quereres.
Fuera de ella, ya no camino de la misma forma;
malhumor es mi pie izquierdo
y el derecho se llama malasídeas,
yendo a donde no se va, que mi voz no se calla
como el día calla el ladrar de los perros.

. . .

I. M. *
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1 comentario:

ángel dijo...

Ha sido un gusto leer este poema y encontrarme con las esquinas de tu espacio, no sé cómo, por vez primera.


Saludos...