(Carta a una) Mujer con corazón en la vagina

No hay mucho que decir, mujer:
eres de las que tienen el corazón en la vagina.
Nunca se te olvidarán esas noches
donde parecían ser las primeras,
y ya no me darás más oportunidades de que las borre.

Él ha vuelto desarmándome to' en un Te quiero,
y aunque nos hemos estado inventado
un hermoso pequeño futuro,
lo sé; te encanta el pasado,
y no puedo hacer mucho contra eso.
Pero trataré de decirte un dicho
aunque los dichos siempre me salen al revés;
“mejor pito por conocido
que sueños y vida por conocer”.
No hay mucho que decir, mujer:
eres de las que tienen el corazón en la vagina.

¡O quizá sí tenga bastante que decir!
pues confieso que no eres el primer caso,
aunque en esa confesión se despedace todo orgullo.
He llegado a pensar que no me las follo lo suficiente
-y ten claro que hablo de cantidad de veces-
como para limpiar las semillas
que el de siempre había dejado.
Llegar con cantidad al corazón
que contiene tu útero rosado.

Jode no dejaras de lubricar sus recuerdos
y te abrieras para muchos tiempos mejores…
-Te podría renegar, pero ya es tarde-.
Desearía que hubieras apretado
un poco más nuestros sueños.
Y desearía que hubieras sido un kilo
más insensible a su enésimo regreso.

. . .

I. M. *

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