Me lo dictó el Señor en vísperas de Diciembre a 24 pulgadas

.
No tengo mucho que decirte,
de menos nada que no sepas.
Por ahi difunden ese feliz mensaje
de que el dinero no da felicidad,
pero una vida te ha enseñando
que eso poco tiene de cierto
-una vida y gente rellenada como pavo, de envidia-.
Importa mierda si todos estos días la pasas borracho,
lo que pedimos es que sigas guardando tu esencia,
esa, que hace de ti el cliente consentido
¡tú! porque tienes el dinero en el bolsillo.
Ese es el verdadero sentido de la navidad.
Quizás tu vacío tan intimo y privado
se llene un rato con el interior de algún regalo.
Adquiere, usa, desecha… pero ojo,
que todo eso sin que pase de enero.
No sé si conozcas el viejo proverbio,
“ante los ojos de Walt-Mart todos somos iguales”,
no es que interese mucho que haya nacido un judío.
Recuerda que los quieres tanto
como lo caro de lo que les regales.

Eso me dijo el Señor.
Aquel señor… el de la tele.

. . .

[Diciembre, 2007]

I. M. *

------------------------------------------------------------------------------------