sábado, noviembre 17

Vida de un día


Sol mortal, sin oriente ni poniente.
Cada mañana comienzo a vivir,
y me voy muriendo en el transcurso,
el problema es cuando alguna mañana me levanto sin vida
y tal muerte prematura me pasa mañanas de algunos días.
¡Luna, que eres una puta!
Amplio cielo de olvido.
Autorredención ocasional,
recuerdos que no quiero olvidar.
Juguete roto, tiempo de reparación: indefinido.
A veces tengo esos hoy que son exactamente igual a ayer
y a veces en juergas brutales busco beberme el mundo.
Pareciendo Sol rojizo, d’esos que ya están cansados,
tratando de levantarse sobre las nubes,
cada día estoy sujeto a los estados de ánimo
que tengan los neurotransmisores,
a la persona de mi corazón, al hombre de la corbata
o a la sorpresa que no adivino.
Amanecer, que es nueva oportunidad de que to’ cambie.
Claro es cuando entiendo las cosas,
pero claro que no las entiendo.
Otro atardecer de mi vida pasa sin que haya hecho nada,
pero queda hundirme ansiosamente en ese mar
-aunque sea solo en el recuerdo-,
baile de la única ola que me abraza.
Y entregarse a la breve muerte del sueño...
Una nueva resurrección vendrá mañana.


. . .

I. M. *
--------------------------------------------------------------------------------------

2 comentarios:

Amorexia. dijo...

Discurso de un optimista casi... muy bueno, Saludos desde mi hora mas oscura.

panterablanca dijo...

Precioso. A veces leyendo alguno de tus poemas, como éste, casi me caigo de culo de lo bueno que me parece. Y sabes que no te estoy haciendo la pelota.
Desde luego, la frase de la cabecera no la podrías haber acertado más.