Porque disfruto oyendo ritmos deprimentes,
porque adoro letras de desamor y dolor constante,
porque amo imágenes sangrientas suicidas
pensando en como se vería una mía.
La vida y mis experiencias me han hecho
aprender a disfrutar el olor del abismo
en donde he decidido vivir...
Y con todo esto soy capaz de ser feliz,
de sonreír, aunque triste esté.
Que por eso soy, fui, y seré
por siempre Divertidamente Depresiva.
. . .
“¿Para qué caer cada vez si puedo quedarme ahí y evitar el dolor de cada maldita ocasión?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario