Tras mis puertas

Hay momentos en que soy un estúpido y quiero alejarte
ante el miedo del momento en que te alejes de mí.
Hay días en los que me siento un payaso triste,
una mosca, algo prescindible; como una lombriz.
Días en los que me siento feo, el más depresivo,
sólo un llorón, caótico y el más aburrido,
el más, más prescindible de todos
cuando parezco que no quedo ni en tu mundo.
Tú sabes que, aunque quiera,
me cuesta tanto ocultar mis sentimientos
y sentimientos así a veces se me desentierran
cuando va muriendo algún repentino día,
por eso me oculto tras puertas con llave…
a morirme solo como perro…
con la intención de no lastimarte, ni matar tu alegría.

Muerto So Payaso,
a veces quiero desmantelar el circo.
A veces,
pero lo que es siempre es que te amo
-y me falta como conjugar verbos y adjetivos
si tratara de explicártelo.
Y es que te necesito,
y yo que tan prescindible me siento
que me vuelvo un niño que llora perdido.
De repente tengo ganas de salir corriendo…
Y tengo miedo de que te hastíes de mis depresiones,
de tener que levantarme otra vez.
Me da miedo quedarme con mi amor en las manos.
Tú tan hermosa, yo que a veces parezco tan complicado.
Pero en algunas cosas no soy tan complicado;
si me siento morir, nunca río.
Estoy aquí, bebiendo abellacado,
la noche es larga y tengo frío…

. . .

I. M. *

12 de Octubre, 2007

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