viernes, octubre 26

Paisaje de un sueño adenalinico cualquiera


Despierto todavía emborrachado
del dulce vino de los sueños locos.

Esta botella, la de la aventura envolvente,
como alguna emocionante película
ambientada entre gris neblina,
en cortometrajes donde el gris nunca fue tan excitante.

Atmósfera inentendible de un minuto a otro; cambiante.
Larga carretera de un solo sentido
montada sobre mares –sin verse la costa-,
el personaje desconocido y tan necesario
por ser el que explica el nuevo guión al protagonista,
el infaltable factor miedo, sentido de riesgo,
que no puede faltar en estos extraños sueños
de entrañas y de sensaciones de película de acción.
Los cuerpos que cambian de caras
con el imperceptible pasar de los minutos
para representar nuevos secundarios en la situación,
esos que se metieron involuntariamente en la aventura.
El paisaje desconocido intimida un poco,
la estrecha carretera recta de un solo carril
y la temible premonición de caer al mar.

Juegos de la niña de mi psiquis,
cortometrajes del ebrio soñador de Morfeo,
dulce y embriagador vino de sabor excitante,
buenas sensaciones tras un sueño loco de cualquier tarde.



. . .

I. M. *
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2 comentarios:

• DragonFly • dijo...

Hablando de paisajes .. alguna vz viste el paisaje de CUSCO- PERU , es para morir!!!!!!!!!!

Kresala dijo...

Dormir sin ayuda... es lo mejor que hay.
Besos, miles de besos!