De estorbo a desperdicio

Me acomodaron para mi propio saludo,
me calentaron y prepararon:
me bañaron de gota a gota,
no eran muy amigos pero me regalaron una bolsa
y me maquillaron la cara de morado.
Odontología con llave inglesa,
los minerales, el juego con la cuerda…

Antes de todo, por un amigo,
vi de cerca la muerte del pato.
Pero yo no le envidio mucho
porque yo ya he jugado
a ciegas, con una capucha,
un montón de cosas –¡y maniatado!-.

Gracias a una traqueotomía aficionada
y a la albañilería rápida,
es colombiana mi horrenda corbata rosada
y de cemento mis zapatos.
Y aunque no los puedo ver bien
por lo turbio del canal este;
ahora saludo a los peces
que se acercan a comer de mis ojos
Pasé de ser un estorbo a desperdicio.
Quizás al final si fue muy divertido,
pues sonrío con la sonrisa del payaso.


. . .

I. M. *

-------------------------------------------------------------------------------------

Siniestro Total - Todos los ahorcados mueren empalmados